Lo que hagas como práctica diaria puede convertirse en tu “momento de meditación”. Sal de tu piloto automático y experimenta las tareas sencillas y rutinarias como si fuera la primera vez, saboreando las sensaciones y absorbiendo el detalle de cada labor en la que te centres.
Puedes optar por:
-Lavarte los dientes de manera consciente.
-Vestirte de forma consciente.
Escuchar y hablar de forma consciente.
-Comer y beber de forma consciente.
-Conducir de forma consciente.
Muchas veces hemos oído decir: “Ya pero así nunca podré acabar todas las tareas si voy tan despacio”. Quizás sea verdad.
Sin embargo, al desarrollar la conciencia tal vez encuentres una nueva alegría en las actividades cotidianas y con el tiempo puede incluso que seas capaz de “correr” conscientemente, es decir, de fluir por la vida con un foco de atención.
No sólo la práctica de yoga puedes hacerla desde la esterilla, también fuera puedes practicar el estar presente en el ahora.
Namasté.