Entre estaciones, ciclos lunares o transiciones personales hacia nuevas metas o fases de la vida.
El 108 es considerado sagrado en la tradición yogui y en las religiones hinduista y budista, encontrándose frecuentemente en los textos de estas filosofías, que celebran su fuerte potencial para abrir camino hacia “lo divino” (basta con pensar que 1 representa la unidad, 0 representa el vacío y 8 el infinito, la “eternidad”).
Este numero además, se repite de forma curiosa en la naturaleza, actuando como denominador común en la distancia entre diferentes elementos: la distancia aproximada entre la Tierra y el Sol es de 108 veces el diámetro del sol, mientras el diámetro del Sol es aproximadamente 108 veces el diámetro de la Tierra, además la distancia entre la Tierra y la Luna es 108 veces el diámetro de la luna.
Al inicio de la práctica, se suele fijar un objetivo o propósito en positivo, denominado en sánscrito “Sankalpa”, que inspire y motive el alumno en su futura época de cambio, ya sea en mejorar algún aspecto de su vida, cambiar hábitos o materializar un deseo que se quiera lograr. Es importante mantener presente el Sankalpa durante toda la práctica como una dedicatoria.
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