Como bien indican el resto de las reseñas, el centro de yoga de Pinto es un centro maravilloso donde, desde el primer instante, te hacen sentir como si no existieran los problemas, como si toda la carga que llevaras contigo, al entrar por esa puerta, desapareciese. Un lugar donde reina la calma, la relajación, el buen trato y sobre todo la profesionalidad.
Fui por primera vez recomendado por una amiga, la cual me habló tan bien de este centro que no me pude resistir. A día de hoy, le estoy tremendamente agradecido por recomendarme este “edén de la paz y la quietud”