Un abrazo, una caricia o el tomarse de la mano pueden calmar la tristeza de alguien o ayudarla a reducir los efectos del estrés. Por ello, los padres deben ser conscientes de la importancia del contacto físico en la educación de los hijos y, principalmente, cuando estos son más pequeños, ya que la interacción cuerpo a cuerpo tiene una gran influencia en la salud, en el desarrollo físico, emocional, mental y cognitivo.
Por ello, la importancia del contacto físico en la educación de los hijos se justifica por los incontables beneficios que este supone en muchos aspectos:
-Mejorar las relaciones sociales y comunicativas.
-Disminuir y gestionar mejor estados de ansiedad o estrés.
-Reducir la percepción del dolor.
-Mejorar el estado de ánimo en general.
-Reforzar la autoestima y la motivación.
-Mejorar los procesos de aprendizaje.
Por medio de la interacción física, los seres humanos también nos expresamos e interactuamos. Con lo cual, la interacción física con los niños es una manera no verbal a través de la cual se puede llegar a conectar con la delicadeza y tranquilidad mental.
En las clases de yoga infantiles, no solo trabajamos las “asanas” (posturas), damos también importancia a la relajación y el bienestar a través de ejercicios que permitan a los más pequeños expresarse y soltar sus tensiones y emociones.
Una de sus partes favoritas de las clases es el baño de “mariposas u hormigas”, automasajeandonos o relajando a nuestro compi más cercano.
“El contacto físico parece ser tan esencial como la luz del sol”.